De la epidemia...

Cuando caemos en la paranoia colectiva sucede, mis pequeñines, que hasta los monumentos toman sus precauciones, pero más allá de la simple anécdota me preocupa lo que realmente puede venir en los siguientes días. Conforme pasan las noticias y los reportes de la Secretaría de Salud y de algunas organizaciones que están monitoreando el avance de la influenza se informa que probablemente la cepa haya surgido en los primeros días de este abril que está por terminar y, lo peor, que el virus ya haya matado a muchas personas dando otro dictamen que no es el real.

No deja de sorprender las historias vistas en Veracruz y Puebla en donde algunos niños fueron diagnosticados con una influenza atípica y salieron bien; del caso más conocido sobre la muerte del director del Museo Nacional de Antropología e Historia a causa de una neumonía la semana pasada (quien, por cierto, fue anfitrión en la cena de gala ofrecida al presidente estadounidense Barack Obama, ya ni les cuento cómo estarán en la Casa Blanca al conocer dicho fallecimiento) y de otros casos, muchos muchísimos, son lo que me ponen a pensar si realmente el gobierno mexicano estuvo al pendiente y tuvo el seguimiento adecuado para verdaderamente evitar esta situación, si hubo un respaldo científico y omitieron la información

Y ya ni qué decir de cómo están manejando los medios el tema. Hoy de casualidad (y por qué no me queda otra opción por escuchar en esta ciudad) oía a Ferriz de Con en una actitud por demás denigrante y alarmista que resulta vomitable y asquerosamente vulgar cómo llama la atención a estar “prevenidos”. En la televisión abierta, aquella en la que es o melón o sandía, resulta igual de amarillista con López Dóriga o Alatorre, y ya ni mencionar en las mañanas y al medio día: es lo mismo y sólo asustan.

Entonces no sirven ahora los medios lo suficiente cuando debieran utilizarlos como herramienta eficaz por parte de las autoridades; me da la impresión que la epidemia pudiera detenerse de forma tajante si el Estado los aprovechara. Aún quedan miedos y dudas de la población y creo que no nos estamos preparando lo suficiente para enfrentar una de las epidemias que marcarán, sin duda, la historia moderna de nuestro país; lo peor es que tal vez estamos muy a tiempo de bloquearle el paso a la influenza y estamos sólo esperando pasar a otra fase de contingencia. Eso sí sería estar en paranoia.

Sección: De cubrebocas, suspensiones y de elecciones.
1) Es increíble ver cómo en la Ciudad de México la población utiliza cubrebocas. No recuerdo haber visto esas imágenes antes, y por el simple hecho de ver a toda esta gente caminando y tratando de realizar sus actividades normales me recuerda lo frágiles que somos.
2) Debo reconocer que la estructura y capacidad operativa del Sistema Nacional de Salud (IMSS, ISSSTE, SS, etc) ha sido, si no eficiente muy buena, sin embargo también deberían estar involucrados otras secretarías que atienden directamente a la población como los son SEDESOL, SRA, SAGARPA, etc. No he visto qué estén haciendo realmente para prevenir que el contagio se propague más rápido. Ah y que los gobernadores estén también en sintonía porque desmienten acciones y decisiones del ámbito federal.
3) El 5 de mayo comienzan formalmente las campañas y ya les pidieron que no hagan actos masivos, accedieron sin problema pero a ver si no les gana la ambición y llevan a sus clientelas sin tomar en cuenta la salud de toda esa gente necesitada.

No confundan el amor con las ganas de ir al baño