SEPTIMA ESCENA: La Elite... ¿Regañada?

Calderón no ganó la elección presidencial por convicción colectiva a un cambio urgente en la vida institucional que el Estado Mexicano requiere sino por el miedo obsesivo que se generó alrededor de la figura de López Obrador. De ello no me queda la menor duda.

Pensar y asegurar que nuestro paisano michoacano realmente trae una agenda transformadora sería, hasta hace unas semanas, inconcebible a la lectura que el círculo rojo nacional manifiesta ahora y que el estatismo presidencial que nos rige actualmente no hará mas que consolidar y reivindicar la putrefacción presente de aquellas estancias que garantizarían, en teoría, la vida democrática del país.

¿Y qué pasó? pues simplemente en un acto en donde no se tenía contemplado un discurso de esa naturaleza recriminatoria (como en una reunión clasista de 300 líderes nacionales) al presidente de Todos ustedes le da por leer un escrito de lo más, como podría llamarlo, conmovedor: una crítica fuerte, delante de quienes se vanaglorian de su propio poder económico y alguno que otro político, sin tapujos y elocuente. El presidente contra los fácticos. El presidente contra el poder amenazante y viviente. El presidente contra el intolerante y egoísta. El presidente contra la otra clase de reaccionarios del Estado: El presidente contra el verdadero peligro para México. A pesar de mis muy grandes diferencias con el ejecutivo, estoy de acuerdo con él.

Y es que no se puede ver otra realidad, otro panorama, otra visión, otro país sin el compromiso verdadero que deben adoptar y aportar para el verdadero desarrollo nacional este grupo. Cansado se encuentra el pueblo cuando vemos que las manifestaciones sociales son ignoradas también por ellos (incluidos algunos intelectuales, no todos aclarando) tan privilegiados y a la vez tan indiferentes, no aceptan que sus privilegios son a base (mucho de ellos) del dolor que a muchas familias viven de manera constante y sin tregua alguna ante la injusticia que a muchos recae. Bien la crítica a los artistas y académicos, sobre todo a éstos últimos: viven (no todos, insisto) para contar mas no para actuar.

El presidente reconoce ello, sin embargo dista también de las acciones que debe emprender de manera urgente: legitimizarse ante una nación dividida por intereses múltiples no es suficiente si no reconoce que en la diversidad de ideas y de vida servirá para desarrollar las vidas de las y los mexicanos sedientos de justicia y de verdadera libertad.

Ahora, no sé qué tan en serio el jet set pueda tomar los argumentes de Calderón o simplemente ignoren y continuen con su vida despreocupada.

Aplaudo su discurso, sin embargo para mí no es suficiente hasta no ver, no sentir, no escuchar, no palpar los verdaderos cambios estructurales que necesitamos todos antes que a este país se lo lleve la jodida y para ello los partidos y la sociedad seremos indispensables.... por lo pronto, a quitar a Elba Esther para un buen plan educativo nacional ¿no lo creen?

No confundan el amor con las ganas de ir al baño