martes, marzo 18, 2008

De tragedias consumadas


¿ya no aplica?

La tragedia ocurrida el pasado domingo en la asamblea estatal del DF deja muchos sin sabores a quienes de alguna manera hemos seguido el difícil trayecto y crecimiento de nuestro partido. Tragedia que no responde a otra cosa mas que obtener el todo a costa de lastimar, herir, provocar y golpear a compañeras y compañeros que si bien no estamos de acuerdo en los proyectos que Alberto Begné contempla para los próximos años del partido sí bien pudo llevar el ejercicio democrático (si es que se le puede llamar de esa manera) de una forma pacífica y sin agravios físicos.

Condenable que 30 porros hayan entrado a una sede presuntamente segura como lo pretendía ser el Crowne Plaza y que sin más no respetaron la política y se refugiaron en la violencia profunda. Esa violencia que no justifica nada, pero que trae consecuencias terribles porque no sólo lastimaron a las y los compañeros de manera física y moral sino que obstruyeron la oportunidad de las expresiones que difieren con la autoproclamada "Nueva Mayoría", aquella que no será incluyente ni plural; su nombre lo dice todo.

Y la tragedia, pequeñuel@s, se reparte por igual a quienes en el proceso también han amedrentado. Versiones fluyen de compañeras y compañeros que también han caído en las prácticas de amenazas dejándose llevar por lo fácil que puede ser caer en las provocaciones pero que no llevan a nada concreto ni a una meta establecida. Difícil creerlo.

Y cuando veamos el final de la tragicomedia resultará que el sueño al que aspiramos se esfumará porque no entendimos, y parece ser que así será permanente en este sistema político tan corrompible, que el pasado práctico de una pseudodemocracia nos está llevando a la ruina fatal y esa, mis querubines, será la tragedia consumada.