miércoles, febrero 06, 2008

Tradicionalismus, radicalismus



“Al tradicionalismo y no al radicalismo”, no sé qué tan conveniente resulte, mis pequeñuelos, una discusión de ideas vía MSN cuando se coloca sobre la mesa un debate no programado entre Rodrigo Rincón (amigo y compañero de Jalisco claro operador de Begné) y el servidor de tod@s ustedes cuando en una expresa y clara idea de “cambiar la manera de hacer política” me encuentro ante una respuesta contundente y determinante que a mi parecer resulta contraria y obsoleta.

No sé que tenga por entendido Rodrigo al mencionar que el tradicionalismo suele ser lo conveniente tal vez para cumplir las exigencias de aquellos quienes confían en un proyecto como Alternativa; no sé a qué se refiera tal concepto cuando el mismo partido ha nacido con la idea clara y definida de que este país no soporta más lo de siempre. Entiendo, comprendo la reestructura del partido; los momentos de decisión que presidirá la nueva o el nuevo dirigente y que no podrá abolir las decisiones que los integrantes del mismo partido tomen para un buen rumbo de decisión política a nivel nacional. Esa idea de la formación de CAPs resulta por la alternativa de ser distintos, diferentes y no tradicionales. El mismo nombre del partido lo exige, la decisión del ciudadano de elegir, escoger algo fuera de lo común como lo es la izquierda socialdemócrata.

Lo tradicional entonces resulta caer en lo pragmático criticable, y no si eres de tal o cual bando. Lo tradicional es hacer las alianzas absurdas y desgastantes con quienes sabemos de las intenciones denigrantes contra el partido, su gente. Un tradicionalismo heredado en la política y en el civismo que al momento de querer dejar a un lado resurgen aquellas tentaciones de hacer lo mismo de siempre.

Si no soy tradicionalista entonces seré radical. Mal planteado inclusive el radicalismo cuando dicen, afirman, critican que los soñadores salen de la realidad absoluta y no hacen otra que criticar y juzgar; y ejemplos varios en los escenarios actuales como lo que le apuesta AMLO vs Institucionalidad estática. O quienes juzgan las vocees de un TLC injusto para el campo sin saber la realidad cruda de la economía agrícola mexicana, aquella que se le dejó de dar la verdadera importancia de su estudio.

Tradicionalismo que ha juzgado los abortos, no solo por la vía moral que penal; tradicionalismo que ha estigmatizado al colectivo gay y lo ha orillado a un gheto indeseable dentro de las políticas públicas y de salud. Sí, el tradicionalismo afecta a CODISE, mi estimado Rodrigo, pero también a tantos órganos civiles y gubernamentales que bien pueden ser revolucionarios de ideas y prácticas pero que esa tradición de pensar en el diferente resulta grave para la vida democrática del país. Si México no fuera tradicionalista tal vez las muertes por VIH se reducirían drásticamente.


Aquella lucha que tanto nos jactamos de ser pioneros viene por el desprecio de lo tradicional. No me cabe duda que Alternativa estará en esa disyuntiva y es claro que todo se definirá en las siguientes semanas. El partido se la juega entre lo tradicional y lo radical; posiblemente será mejor estar en lo segundo antes que seguir y mantener lo mismo que tanto criticamos de otros partidos.

1 Comments:

Blogger Andrés Lajous said...

Que bueno están debatiendo! Eso es lo que necesita el partido, que todas y todos debatamos hasta sentirnos satisfechos, seguros, y responsables de las decisiones que tomemos. Es exactamente por eso que los begnés le tienen miedo al debate, saben que ahí si tendrán que hacer un esfuerzo.

1:12 a.m.  

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