La Farsa de una Socialdemocracia

¿el espurio?, ¡claro! ¡él lo quiso!

Discursos van y discursos vienen. Quienes justifican la toma de Alternativa y pretenden maquillarlo como lo políticamente adecuado e institucional es engañarse así mismos. Alberto Begné sabe perfectamente que la tiene de perder si pretende adueñarse del partido de una manera soez y falto de escrúpulos; y no hablemos de la ética que es la que más carente se encuentra dentro de esa corriente.
O tal vez yo siga ingenuo y pienso que Begné tiene un verdadero proyecto social y que este va más allá de un simple partido que no le interesa realmente y sea simplemente el comodín del aparato político tan corrompible de nuestro país.

Muchas han sido las voces que se han expresado en los distintos espacios para condenar la postura incongruente y carente de valores como la lealtad; Alternativa ha sido defendida como la opción creíble para hacer de las y los ciudadanos partícipes en la toma de decisiones políticas del país. Ahora ya no veo el espacio que tanto se luchó de manera constante durante los últimos 9 años; no comprendo como la agenda pinky (sí, aquel concepto que Ricardo Raphael narra de lo despectivo que puede ser Begné ante la agenda de las minorías) pueda llevarse con toda la tranquilidad y conciencia libre y pretender que llevan la calidad moral que todo México esperaba. Puras patrañas y la farsa impuesta.

Digan lo que digan fuimos expulsados de la institucionalidad que se nos concedería por derecho y puedo afirmar que no pretendemos ser las víctimas indefensas, simplemente la resistencia ante el poder de facto que logró imponerse el domingo 30 de marzo no puede ser reconocido no porque yo lo diga o porque la misma Patricia Mercado afirme: simplemente se violaron derechos y el proceso de elección es irregular. El tiempo que he estado callado en este espacio (2 semanas para ser precisos) ha sido suficiente, no del todo pero sí en mayor parte, para denunciar y reiterar que un país no puede avanzar si se tolera este tipo de agravios y atentados contra quienes desean participar en política.

Alternativa no lo es por el momento, y sabrá la virgencita del Tepeyac y el enmascarado de plata si lo relevante e importante será mantener la lucha o callarse.

No confundan el amor con las ganas de ir al baño